Muchos papitos van a consulta con el oftalmólogo pediatra por el motivo de consulta frecuente al lagrimeo excesivo. Y lo que muchos ignoramos es que esto se da – a veces – por un exceso de producción de lágrimas o por una obstrucción en el sistema de drenaje nasolagrimal; es decir, por una obstrucción de la vía lagrimal congénita.
¿Qué es la obstrucción lagrimal congénita?
La obstrucción lagrimal, es la patología del sistema lagrimal más frecuente en los niños, con una frecuencia de 2 al 6% de los recién nacidos y hasta un 20% en los prematuros. Se produce la falla en la canalización del conducto lagrimal en su extremo distal, a nivel de válvula de Hasner.
Para entender un poco más sobre este tema, Lima Vision Clinic, te explica cómo funciona la vía lagrimal y cómo es que esta se obstruye.
¿Cómo funciona la vía lagrimal?
Se dice que con cada parpadeo, la lágrima es empujada hacia los puntos lagrimales y por un efecto de vacío hacia el saco lagrimal. Posteriormente, la lágrima se dirige hacia la nariz a través del conducto nasolagrimal y cuando la vía lagrimal está obstruida, no puede avanzar y queda retenida en el ojo provocando que rebose sobre el párpado y caiga sobre la mejilla. Esta misma lágrima retenida puede, además, sobre infectarse originando conjuntivitis.
¿Cuál es la función del sistema lagrimal?
Te explicamos que, la función del sistema lagrimal es lubricar, proveer de oxígeno y cumplir con una labor antibacteriana para proteger al ojo. La canalización del conducto usualmente es completada durante el 8vo mes de gestación, pero puede ocurrir durante los primeros días de vida.
¿Qué pasa en las obstrucciones congénitas?
En las obstrucciones congénitas de la vía lagrimal, la obstrucción del conducto nasolagrimal suele estar provocada por una membrana que desaparece a los pocos días del nacimiento del bebé, esto si se da en condiciones normales. Sin embargo, en otros casos, esto persiste hasta meses después de haber nacido. En Lima Vision Clinic, contamos con un especialista en oftalmología pediátrica, el doctor Abimael Fuentes.
¡Doctor mi hijo lagrimea excesivamente y necesito su ayuda!
Primero que nada, alterarnos no funciona para nada. En segundo lugar, si tu hijo lagrimea excesivamente, el oftalmólogo pediatra – en este caso el doctor Abimael Fuentes – será el único responsable de diagnosticar una obstrucción de la vía lagrimal en tu niño o puede que este sea provocado por otro factor.
Síntomas
El síntoma fundamental es el lagrimeo excesivo que puede acompañarse de secreción, como la legaña, ojo rojo e incluso la aparición de un pequeño bulto en el ángulo interno del ojo a la altura del saco lagrimal y que se denomina mucocele.
Diagnóstico
Generalmente, la obstrucción congénita de la vía lagrimal no es un problema serio, pero cuando el niño presenta un lagrimeo excesivo acompañado de secreciones, será motivo de visitar al oftalmólogo.
es importante saber que, las lágrimas son necesarias para mantener las córneas sanas y trasparentes, y el recién nacido tiene una producción lagrimal basal mínima que se normaliza tras un periodo de varios días a dos semanas.
Tratamiento
Lo más normal, es que el oftalmólogo indique un tratamiento inicial de masajes del saco lagrimal, el cual consiste en presionar el ángulo interno del ojo provocando un aumento de presión en el interior del saco lagrimal y este a su vez rompe la membrana que obstruye la salida del conducto nasolagrimal.
De no funcionar la técnica anteriormente mencionada, se debe realizar un sondaje de la vía lagrimal, el cual consiste en introducir una sonda de metal con punta roma por uno de los puntos de los lagrimales, hasta llegar a la fosa nasal intentando romper la membrana que obstruye el conducto nasolagrimal en su porción final.
Riesgos y complicaciones
Generalmente, no existen complicaciones importantes, salvo una leve inflamación, la cual se resuelve en pocos días.
