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A medida que evoluciona la tecnología, se generan distintas controversias en cuanto a los efectos adversos que estas podrían afectar en nuestra salud. La polémica principal es la luz azul.
Sin embargo, no todos estamos informados sobre lo que es la famosa luz azul ya que convivimos rodeados de pantallas y otras fuentes de luz nuevas. Ante todas estas dudas nos preguntamos si es o no la luz azul peligrosa y cómo afecta a nuestros ojos.
Primero informémonos, de los especialistas, ¿Qué es la luz azul? – Pues bien, se dice que es una parte del espectro de la luz visible, es decir, la luz visible está formada de una gran cantidad de pequeños trocitos de colores; entre ellos, el azul, y éste se encuentra más cerca de la luz ultravioleta. Así como en la imagen.
La luz azul es emitida por fuentes naturales y artificiales, entonces, ¿la principal fuente natural de luz azul es el sol? Esto es correcto y dentro de las fuentes artificiales las podemos calificar de la siguiente manera:
- Luces led: los dispositivos electrónicos.
- Tubos fluorescentes: con ellos iluminamos los interiores de oficinas, casas, edificios, etcétera.
Las consecuencias en la visión a corto plazo, en los humanos, genera irritación ocular, cansancio, pesadez, falta de concentración, y más. En cambio, las consecuencias a largo plazo, son más difíciles de demostrar.
Lo cierto es que los problemas que podría causar la sobreexposición a la luz azul podrían ser perjudicial y afecta de las siguientes maneras:
- Altera nuestro ciclo de sueño
- Provoca síntomas de estrés y cansancio.
- Casi todos parpadeamos menos cuando estamos viendo las pantallas, produciendo cansancio y resecamiento de los ojos, dice el Dr. Khurana, vocero de la Academia Americana de Oftalmología.
En cambio, lo que no es cierto y se especula sobre la luz azul es que:
- No hay evidencia científica de que la luz azul en los dispositivos digitales puede causar daño en los ojos.
- Tampoco hay evidencia científica que su daño puede ser nocivo que la luz natural, se sostiene que “es prematuro adoptar medidas preventivas contra la luz azul y podría tener consecuencias imprevistas”.
- Los anteojos que protegen a los ojos de la luz azul son efectivos. De ello tampoco hay evidencia científica.
Es cierto que la luz azul afecta el ritmo circadiano del organismo, nuestro ciclo natural de vigilia y sueño. Durante el día, la luz azul nos despierta y estimula. Pero un exceso de exposición a la luz azul, proveniente del teléfono, la tableta o la computadora, tarde en la noche, puede hacer que nos resulte más difícil conciliar el sueño.
En suma, la mejor forma de proteger los ojos contra el cansancio producido por la luz azul en los dispositivos es hacer pausas periódicas utilizando la regla “20-20-20”: Cada 20 minutos, cambiar el enfoque de los ojos para observar un objeto que esté al menos a 20 pies de distancia durante al menos 20 segundos. Además, se pueden utilizar lágrimas artificiales para refrescar sus ojos cuando se sientan secos. No deben utilizarse las gafas que sostienen que protegen sus ojos de la luz azul, porque no hay evidencia de que sean efectivas, recomienda el Dr. Khurana. La Academia no recomienda utilizar ningún tipo de gafas protectoras para trabajar o jugar en la computadora.
Es importante que el uso de los dispositivos móviles, sobre todo en los niños, sea esporádico.
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